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www.puntoenlinea. unam.mx No. 5 / RESEÑA. Ciudad Universitaria, México D.F, febrero de 2008. |
El implacable ojo de Dios (o del diablo): la mirada omnisciente en Las flores de Denise Phé-Funchal Por: Lilian Fernández Hall Las flores, publicada en noviembre de 2007 por F&G Editores, es la primera novela de la escritora Denise Phé-Funchal (Ciudad de Guatemala, 1977). En poco más de 120 páginas, con un estilo sobrio y un lenguaje refinado, la autora logra sumergirnos en un mundo narrativo muy particular: denso, cruel, cargado de sensualidad y dramatismo. Tanto el lugar como la fecha en que transcurre el relato quedan sin develar en la novela. La cuarta de forros sugiere “una pequeña ciudad latinoamericana a finales del siglo XIX o principios del siglo XX”. Y bien podría ser, puesto que los personajes —en su mayoría mujeres— pertenecen a una clase dominante que se mueve en ese funesto ambiente de apariencias, hipocresía y falsa piedad cristiana que caracterizó muchas de nuestras sociedades durante siglos, y que hasta hoy es posible rastrear en varios puntos de nuestro continente. Pero, en realidad, la respuesta a las preguntas de dónde y cuándo son secundarias. La historia nos arrastra con su carga aplastante de conspiraciones, mentiras, lujuria reprimida y hasta crueldad. El personaje principal es, sin duda, Madre: egoísta, calculadora, cruel. Mueve los hilos del destino de sus semejantes con el único fin de hacer más llevadero el propio. En complicidad con el Padre Eugenio, y forzados ambos por un chantaje al cual se ven sometidos, Madre obliga a su hija —La Nena— a casarse con un hombre desagradable y lascivo: el Señor Obeso. La novela relata los preparativos de esta boda y el efecto que la decisión produce tanto en Madre como en La Nena. Se podría decir que, pese a su ritmo moroso, su tempo por momentos deliberadamente lento (vemos pasar a los personajes en una suerte de slow motion que nos permite registrar hasta el más mínimo detalle a su alrededor) la novela se transforma en una suerte de thriller psicológico, que nos mantiene en vilo hasta su trágico desenlace. Denise Phé-Funchal construye la trama con oficio y elegancia. Utiliza un lenguaje depurado y exquisito, que describe ambientes, personajes y estados interiores, con una riqueza de detalles que a veces pareciera rozar lo excesivo. En ciertas descripciones, el texto se transforma en una prosa casi pictórica, dibujando con palabras cada imagen y cada detalle, con la minuciosidad de un artesano. La adjetivación abunda, y podría parecer sofocante, pero nunca atraviesa el límite: cada palabra, cada frase, parecen haber sido cuidadosamente balanceadas para lograr el efecto deseado. Cada uno de los veinte capítulos de esta novela alternan la narración de hechos que hacen avanzar la acción, con la descripción de sensaciones, estados de ánimo, ambientes y atmósferas. La descripción de la atmósfera estrecha y sofocante de un pueblo de provincias es quizás el aspecto más convincente de Las flores. Ésta es además una novela profundamente sensual: aromas, colores y texturas están continuamente presentes en el texto, así como las fantasías eróticas de sus personajes: las de Madre, las del Señor Obeso, las del Padre Eugenio. La condena de la Iglesia Católica hacia estos pensamientos “indignos y pecaminosos” parece no dejar demasiada huella en los personajes, salvo quizás en la figura del sacerdote. En las oportunidades en que las fantasías eróticas se consuman, el fetichismo y la simbiosis con los rituales del catolicismo parecen aumentar su poder de atracción. Phé-Funchal trabaja además en forma poética e inteligente con una serie de símbolos reiterados a lo largo del texto: los sueños o las pesadillas, los cigarros que Madre fuma en forma compulsiva y la perturbadora presencia de las misteriosas mariposas púrpuras. La mirada omnisciente Varios aspectos de esta novela son interesantes: uno de ellos es el punto de vista elegido para narrar. A contrapelo de las tendencias actuales de la narrativa joven latinoamericana, Denise Phé-Funchal escribe en tercera persona. Un narrador omnisciente que sigue de cerca los estados del alma de Madre y explora los más sutiles vericuetos del ambiente de opresión, hipocresía y sensualidad en que se desarrolla la trama. Podemos apuntar también que Las flores carece de diálogos y que su narración es lineal, sin saltos ni en el espacio ni en el tiempo. Estos factores le otorgan homogeneidad a la novela; pero limitan, a su vez, la complejidad de la trama o el ahondamiento en los demás personajes. El mundo de Las flores es el mundo de Madre, y no accedemos a otras visiones de ese mundo agobiante y cerrado. Personajes interesantes y que adivinamos como complejos y sugestivos no llegan a profundizarse. La Nena, el Señor Obeso, Maldiva, el Padre Eugenio, la anciana madre que sólo espera la muerte: figuras que se quedan lamentablemente en embriones, cada uno con un potencial que podría haberse desarrollado mucho más. El punto de vista elegido es, sin embargo, fascinante y sugestivo: Phé-Funchal deja a un narrador omnisciente ser testigo implacable de los estados del alma de su protagonista, de sus pensamientos más oscuros, sus deseos más ocultos. Una conciencia, una mirada omnipresente, como las perturbadoras mariposas púrpuras, que todo lo ven: como los ojos de Dios, o del diablo: “Abrió los párpados y encontró a la mariposa púrpura sobre el pie de la cama, dijo a la hija que allí estaba, que las observaba, que sus ojillos se clavaban en ellas como los ojos de Dios, que todo lo controlan, como los ojos del diablo que todo lo ven” (p. 110-111). Otro aspecto a notar en Las flores es el total protagonismo de las mujeres. Los carácteres fuertes y claramente perfilados en la novela son femeninos. Los pocos personajes masculinos que aparecen en el texto son insignificantes desde el punto de vista narrativo, funcionan apenas como un mueble más en la escenografía construida por Phé-Funchal. Pero esta característica tiene poco o nada que ver con el hecho de que la autora sea mujer, y mucho menos con algún tipo de reivindicación feminista o de género. En este texto las mujeres no son heroínas, no hay una intención de destacar algún tipo de valor especial de su carácter en particular o del carácter femenino en general, sino que, por el contrario, la mayoría de las mujeres que aparecen en el texto representan los lados oscuros del alma humana, fruto de un contexto que propicia la disgregación de valores y la miseria espiritual. El ambiente estrecho de provincias, el moralismo hipócrita de los representantes de la Iglesia, el ocio, la abundancia material, la imaginación exacerbada por la carencia de libertad y posibilidades, hacen de Madre y —dentro de lo poco que sabemos de ellos— del Señor Obeso, de su anciana madre, del Padre Eugenio, figuras despreciables, egoístas, cobardes, crueles. Pero lo que hace que la novela de Denise Phé-Funchal no sea simplemente una novela “femenina”, es que sus personajes no refieren al alma femenina, sino a la condición humana como tal. Las flores no es una novela de entretenimiento, con afán de agradar o inspirar una sensación de bienestar al concluir la lectura. Por el contrario, es una obra literaria que inquieta, produce desasosiego, que nos obliga a mirar al ser humano en sus peores ropajes (y aquí nos recuerda a algunas otras escritoras de la misma generación de Phé-Funchal, como la salvadoreña Claudia Hernández y la mexicana Guadalupe Nettel). Una apuesta muy fuerte para una joven escritora y una primera novela, lo cual amerita aún más este debut literario. Finalmente, cabe destacar la cuidada y elegante edición de F&G Editores de Guatemala. La portada no pudo haber sido más sugestiva: una imagen de mujer que se multiplica al infinito en un fondo azul oscuro: así, las mujeres de Las flores son ellas y a la vez todas las mujeres, son únicas pero a la vez infinitas en sus posibilidades. Esta es una excelente novela que seguramente encontrará a sus lectores y apuntará el nombre de Denise Phé-Funchal entre los más interesantes autores jóvenes de América Latina. |
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elPeriódico / elAcordeón. Guatemala, domingo 24 de febrero de 2008. |
SOPHOS / Agenda Una historia que mezcla religión, frustración y lujuria (¿o son una sola?); en la que las apariencias pesan más que los remordimientos; y las imposiciones sociales convierten a las personas en mundos aislados donde el dolor y la desesperación conducen a lo inesperado. Un "inquietante debut literario", dice, entusiasta, Ronald Flores. Acompañenos a la presentación de este libro, en la que participaran Rafael Menjívar Ochoa, Javier Payeras y la autora. Martes 26.febrero 6:30pm. |
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Diario La Hora / Cultura Pág. 23. Guatemala, lunes 25 de febrero de 2008.
"Cuando puedo leer una novela con plena fluidez, como si viera una película, para mí es una buena novela" Denise Phé-Funchal autora de "Las flores" |
Denise Phé-Funchal presenta novela Por: Mario Cordero A pesar de su apellido de origen griego, Denise Phé-Funchal es una escritora guatemalteca, que mañana presentará su primer novela titulada "Las flores", libro que ha tenido una buena acogida desde su salida a la venta a finales del año pasado. Con este texto la autora ha demostrado sus aptitudes para la literatura. "Las flores", como explicó Phé-Funchal, es la novela que trata básicamente de los preparativos de una boda. Este lacónico argumento no dice nada sobre las astucia para narrar la historia, ni sobre lo minucioso de los detalles que ahí se perciben. De acuerdo con la autora, "Las flores", inicialmente, era un cuento, el cual había elaborado en taller de creación literaria con Rafael Menjívar Ochoa, quien le sugirió que se extendiera un poco más hasta alcanzar el tamaño de una novela (121 páginas, en la edición que presenta F&G editores para su venta). La novela es una de las mejores cuidadas en cuanto a su estilo y la línea de la narración; es decir, se nota un trabajo realmente profesional de parte de Denise, quien ya había escrito sobre literatura, pero ésta es la primera vez que publica. El trabajo de Denise es interesante, pues ésta es una novela que ha madurado a lo largo de los años. Primero, el trabajo de la gran estructura de la novela duró aproximadamente seis meses. Luego, vino un período de investigación histórica, para incluir todos los detalles históricos, ya que la novela se desarrolla a principios del siglo XX. En ese punto, Denise conjugó su profesión de socióloga, e investigó detalles tales como: qué se comía y cómo se preparaba; cómo se hablaba; las calles y los lugares que se frecuentaban; cómo se vestían; cómo escribían una invitación para bodas..., todo ello incluido sin mucho artificio dentro de la novela; estos detalles no aburren, sino que, al contrario, enriquecen la trama. Esta etapa le tomó al menos seis meses. En el camino, más de alguna vez se le atrancó la rueda de la carreta, por lo que acudió a su mentor Menjívar Ocho, quien le recordó que "debe acudir a sus maestros". Así que Denise revisaba a Carpentier, Cortázar y otros más, no para copiarlos, sino para inspirarse. El proceso final también tuvo su cuidado. "Es como una escultura; primero se tiene el gran bloque y se talla hasta reducirle el tamaño adecuado. Después se tallan los detalles y, por último, se pule", compara Denise el arte de novelar con el oficio de un escultor. Y, a todo esto, ¿por qué se llama "Las flores"? Denise confiesa que el título no tiene una significación fuerte con la trama, el mensaje o el final de la novela. "durante la narración, se mencionan muchas flores; pero el nombre no es representativo. Es como cuando se le da un nombre a un hijo que está en el viente; aunque no haya nacido, se le pone, aunque al salir tenga cara de otro nombre", reflexiona Denise. Aunque es la primera novela, Denise entra con pie firme a la literatura guatemalteca; "no a la literatura femenina guatemalteca, ya que no veo por qué se deba hacer distinción, como si los hombres escribieran distinto a las mujeres". Ya tiene otras dos novelas en preparación, una que está en su primera fase de construcción, y la segunda en su fase de investigación histórica para escribir los detalles. "Me es más fácil escribir en épocas lejanas, porque si escribo en la época actual, debería incluir necesariamente los conflictos de hoy día; como socióloga, veo eso cada día; necesito que mi literatura sea diferente a lo que hago cada día". Por eso, estas novelas que prepara se desarrollan en épocas lejanas: una en el pasado y una en el futuro. Al leer la novela, ésta está llena de detalles, de fluidez; los personajes están bien pensados y los conflictos que surgen son convincentes, reales y muy buenos. La contraportada del libro comenta: "Una historia que mezcla religión, frustración y lujuria (¿o son una sola?)", palabras que adquieren un verdadero sentido al leerla. Mañana, a las 18:30 horas, en Librería Sophos, se presenta esta novela con la participación de Denise, su mentor Rafael Menjívar Ochoa y el escritor guatemalteco Javier Payeras. La entrada es libre. |
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Diario de Centroamérica / Cultura y Farándula. Pág. 12. Guatemala, lunes 25 de febrero de 2008.
Se trata de la primera novela de la joven escritora, considerada como una de las pocas guatemaltecas que practican ese género. “Las flores” es una historia que mezcla religión, frustración y lujuria. |
Presentarán libro “Las flores” de Dense Phé-Funchal Por: Eduardo Gómez Mañana, F&G editores hará la presentación del libro “Las flores” de la escritora guatemalteca Denise Phé-Funchal; la actividad tendrá lugar en la librería Sophos (avenida Reforma 13-89 zona 10) a las 18:30 horas; con un panel de presentación y análisis de la obra, en que participarán los escritores: Rafael Menjívar Ochoa, Javier Payeras y la autora de la obra, Dense Phé-Funchal.
La obra
De contraportada
Comentario
Biografía |
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Prensa Libre Pág. 49. Guatemala, miércoles 27 de febrero de 2008. |
Hoy, a las 18 horas, será presentado el libro Las Flores de Denise Phé-Funchal, editado por F&G. Los comentarios estarán a cargo de Rafael Menjívar Ochoa, Javier Payeras y la autora. Librería Sophos, Av. Reforma, 13-89 local 1, Centro Comercial El Portal, zona 10. |
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Prensa Libre / Weekend. Pág. 2. Guatemala, viernes 29 de febrero de 2008. |
Esta novela nos obliga a vernos con los peores ropajes, dice la crítica argentina Lillian Fernández Hall. La autora, Denise Phé Fuchal, es socióloga de teoría del género y se interesa en la sociología de la religión. En esta su primera novela de religión y sexo, seguidos por su personaje Madre, danzan a ritmo surrealista una parodia crítica de nuestra realidad. |
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Diario La Hora / Suplemento cultural Pág. 3. Guatemala, sábado 1 de marzo de 2008.
Se trata de una historia que mezcla religión, frustración, equívocos, silencios y lujuria, en un marco intrascendente en el que las apariencias pesan más que los remordimientos; en tanto que las imposiciones sociales convierten a las personas en sujetos aislados, en los que el dolor y la desesperación conducen a la propia angustia, en aras de un deber pésimamente mal entendido |
Palabras de papel crepé Por: Eduardo Villatoro / Palabras de papel crepé Como me suele ocurrir, inicialmente, cuando recibí la invitación de parte de Raúl Figueroa Sartí, de F&G Editores, optimistamente tomé la decisión de asistir al acto de entrega del libro "La Flores"; pero, como también me ocurre a menudo, a última hora me agarró desprevenido el complejo de arisco que súbitamente me aparece en el momento menos pensado, de manera que ya no acudí a la cita con Denise Phé Funchal, autora del libro, a quien no conozco personalmente, de manera que mi ausencia le ha de haber pasado inadvertida. Para la falta que hago. Sin embargo, eso no impidió que me sumergiera en la lectura de esa corta novela, con el propósito de encontrar deleite estético y para escribir un intento de reseña del libro. Y así fue; pero, para mi mala fortuna, cuando había terminado de redactar la nota encomiástica uno de mis dedos tocó una tecla del ordenador, que no era la indicada, y ante mis incrédulos ojos el artículo desapareció de la pantalla. Así, de la nada para la nada. Como ya había llamado al joven y entusiasta periodista Mario Cordero, encargado del Suplemento Cultural, de La Hora, para anunciarle que tendría mi colaboración de esta semana, volví a tomar el teléfono avisarle al también Jefe de Redacción de este diario, que siempre no, por el motivo antesdicho. Sin embargo, Mario me persuadió a pergeñar unas notas en homenaje a la joven escritora guatemalteca, cuya novela tiene como trama los preparativos de una boda no anhelada, y ni siquiera conocida de antemano, por una jovencita que se ve obligada a las exigencias de sus padres a contraer un matrimonio de conveniencia, a fin de saldar algunas cuentas y satisfacer el chantaje de un obeso hombre devenido en pretendiente. Las circunstancias de la obra mueven a pensar que los sucesos ocurren en una ciudad latinoamericana, que bien o mal podría ser la capital de Guatemala, y que transcurren a finales del siglo XIX y principio del siglo pasado, en medio de una sociedad cuya pequeña y mediana burguesías se debate entre una moral ficticia y una realidad farasaica en términos morales y religiosos. En virtud de su profesión, Denise Phé-Funchal tiene la capacidad de adentrarse en la intimidad de sus personajes, recreando sus hábitos, conductas, ambiciones y costumbres regidas por un falso catolicismo, que induce a uno de los protagonistas a cambiar sin escrúpulo alguno las virtudes por las maldades personales y de su comunidad religiosa, incluyendo una desbordada y pegajosa lascivia. La trama se va desenvolviendo sigilosamente, de igual manera como casi de manera abrupta llega a su final, dejando para la imaginación del lector algunos pasajes concluyentes no escritos, pero sí imaginables. Como se lee en la contraportada del libro, que fue entregado a su autora el pasado martes a partir de las 18.30 horas en la librería Sophos, calles y paredes de casas y un templo son los cómplices del transcurso pausado de la vida, de los secretos, los pecados, deseos y remordimientos de los habitantes de una pequeña ciudad de América Latina.
Acerca de la autora |
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elPeriódico / Cultura y ocio. Guatemala, miércoles 5 de marzo de 2008. |
Escaparate La primera novela de esta guatemalteca, trata sobre la vida de los habitantes de una ciudad de fines del siglo XIX y todo lo que esto conlleva: sus angustias y sus pecados. Como lo dice en la contraportada: "Una historia que mezcla religión, frustración y lujuria; en la que las apariencias pesan más que los remordimientos". |
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elPeriódico. Pág. 15. Guatemala, jueves 13 de marzo de 2008. |
Los libros más vendidos durante febrero 2008 Libreria Sophos "Guatemala: Linaje y Racismo": Marta Elena Casaús Arzú, F&G. "El Secreto", Rhonda Byrne, Atria Books. "Harry potter y las reliquias de la muerte", J.K. Rowling, Salamandra. "La tierra es plana", Thomas Friedman, Martinez Roca. "Asesinos del idioma: horrores idiomaticos y algo más", Maria del Rosario Molina, C&M, S.A. "Bananas. How the United Fruit Company Shaped the World", Peter Chapman, Canongate. "Manual para un municipio participativo", Julio Curruchiche & Luis f. Linares, Magna Terra. "Guatemala, la historia silenciada (1944-1989) Tomo I: Revolución y Liberación", Carlos Sabino, FCE. "Las flores": Denise Phe-funchal, F&G. "Qué nos falta por hacer en Guatemala", Fundación Adenauer, Magna Terra. |
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Revista D / Prensa Libre. Pág. D-29. Guatemala, domingo 13 de abril de 2008. |
Una historia de frustración y lujuria Nuestra recomendación “Calles y paredes son cómplices del transcurrir pausado de la vida, de los secretos, pecados, deseos y remordimientos de los habitantes de una pequeña ciudad latinoamericana a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Una historia que mezcla religión, frustración y lujuria (¿o son una sola?), en la que las apariencias pesan más que los remordimientos y las imposiciones sociales convierten a las personas en mundos aislados donde el dolor y la desesperación conducen a lo inesperado. Las Flores es la primera novela de la escritora guatemalteca”. (Texto de contraportada). Denise Phé-Funchal (Ciudad de Guatemala, 1977) se formó como socióloga especializada en teoría de género. Lilian Fernández Hall escribe sobre esta obra: “En poco más de 120 páginas, con un estilo sobrio y un lenguaje refinado, la autora logra sumergirnos en un mundo narrativo muy particular: denso, cruel, cargado de sensualidad y dramatismo. Tanto el lugar como la fecha en que transcurre el relato quedan sin develar en la novela. La cuarta de forros sugiere “una pequeña ciudad latinoamericana a finales del siglo XIX o principios del siglo XX”. Y bien podría ser, puesto que los personajes —en su mayoría mujeres— pertenecen a una clase dominante que se mueve en ese funesto ambiente de apariencias, hipocresía y falsa piedad cristiana que caracterizó muchas de nuestras sociedades durante siglos, y que hasta hoy es posible rastrear en varios puntos de nuestro continente” (en puntoenlinea.unam.mx). Las Flores. Phé-Funchal, Denise. F&G Editores. 126 Págs. ISBN: 978-99922-61-70-5. |
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elPeriódico / Cultura y ocio. Guatemala, sábado 15 de marzo de 2008. |
Por: Mónica Luengas y Alejandro de León Durante el verano, el mundo pareciera girar más despacio. Las tensiones se quedan atrás y es el momento propicio para mirar el mundo desde otra perspectiva: la de la literatura. Proponemos aquí algunos de los infinitos caminos que se pueden tomar para realizar un viaje de este tipo.
“Las Flores” Esta novela narra las vidas de distintos personajes cuyas historias van creando el collage de una pequeña ciudad latinoamericana de finales del siglo XIX. En una fusión de religión, frustración y lujuria, el dolor y la desesperación llevarán a lo inesperado. La autora, guatemalteca y socióloga, nos presenta con estilístico detalle su primera novela. |
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elPeriódico / Viaje al centro de los libros. Guatemala, martes 25 de marzo de 2008. |
Por: Méndez Vides F&G Editores publicó recientemente la novela Las flores, de la joven autora Denise Phe–Funchal (Guatemala, 1977), quien con este primer paso se suma a la nutrida nueva ola de participación femenina en la narrativa nacional. Es satisfactorio leer lo que las nuevas figuras ofrecen, más cuando ya manejan el oficio. La autora se percibe cuidadosa, se preocupa por la estructura y escribe engolosinada, lo que me parece que muestra gran potencial. La novela Las flores es un ejercicio de iniciación literaria, donde se presenta la vida en la ciudad de Guatemala, específicamente en el actual centro histórico depauperado cuando todavía vivía sus “glorias”, si alguna vez las tuvo, en un fluir anacrónico, porque hay páginas donde el lector se siente transportado a la vida del siglo XIX, cuando se transportaban en carruajes y ciertas familias acomodadas vivían en “casonas”, siendo las apariencias tan importantes que se hacía de todo para evitar el desdoro; pero en otras páginas se nos ilustra el siglo XX, con la costumbre de los cigarrillos y el intercambio de colillas, los repartidores en bicicleta reemplazando a los “propios” que iban de casa en casa entregando las participaciones en una ciudad que cabía en la palma de la mano. Digamos que el tiempo es apenas un pasaje de fondo, y que lo que se expone pudo haber sucedido en tiempo de carruajes o de autos, pero lo que importa es la construcción del protagonista, una mujer pervertida y perversa, Madre, que se presta para tener relaciones lésbicas con la criada del cura, para que su eminencia satisfaga el deseo de mirón. Si Madre hubiera sido lesbiana, pues ya, se comprendería, pero no se presenta así, lo que hay es exhibición ante un hombre que supone rector moral de la sociedad. Ella está casada, al esposo lo desprecian la protagonista y la narradora, porque lo ven de lejos, la pareja duerme en camas separadas, es borracho, tiene deudas y su presencia se reduce a la de “padre de los nenes”. La acción comienza cuando un gordo adiposo y medio imbécil (aunque acaudalado) sorprende al cura presenciando en el recinto sagrado la acción erótica de Madre con la criada. El desagradable gordo va a chillarle el espectáculo a su madre anciana y poderosa, para quien el hecho es sucio pero también una oportunidad para casar al hijo asqueroso con la linda y virginal hija adolescente de Madre. El contubernio social y económico salva al cura, preserva la moral, libra a la familia de deudas y el costo es entregar a una linda jovencita al cerdo. No se muestra de parte de la víctima resistencia alguna. Ella no importa, sino Madre. Una buena parte del libro se gasta en los preparativos de la boda, hasta que resulta que la virginal novia está embarazada y no por gracia del Espíritu Santo. Madre la pone a beber unos polvitos para hacerla abortar, pero la mata. La joven agoniza a media boda, el gordo se vuelve tierno y la cuida como marido afectado. Madre se mantiene firme, nada le hace mella, ni la caída del cura desde el campanario. Ella representa el egoísmo total en medio de una sociedad hipócrita, en una ciudad que no se salvará de la ruina. |
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recrearte / la polilla. Pág. 19. Guatemala, mayo de 2008. |
Las Flores la polilla por javier payeras Recorriendo el paisaje de la reseña del libro en Guatemala, me doy cuenta del enorme privilegio que revista recrearte me da, al cederme este espacio para hablar de libros recientemente publicados. Mi intención fundamental es que el lector tenga noticias de primera mano acerca de publicaciones que, por su calidad, merecen mayor difusión, tratando de evitar el error más común del esnobismo literario: celebrar únicamente a escritores extranjeros, muertos o consagrados.
Hace algunos meses F&G editores me solicitó que
presentara el libro Las
Flores, de Denise Phé-Funchal. He de decir que muy pocas de las novelas
recientemente publicadas me ha sorprendido tanto. Las Flores es una
apuesta narrativa que le abre camino a lo sensorial, pues cada capítulo
describe minuciosamente los elementos internos y externos que construyen
la trama y los personajes. El relato se desarrolla a principios del
siglo XX en el seno de una familia católica. El juego de relaciones
entre los personajes hacen evidente la hipocresía que encubre la
moralina de una sociedad afianzada en simular sus valores. Una historia
de mujeres que transitan el miedo a sus propias incertidumbres y deseos
insatisfechos. Singular en el trazo de los episodios eróticos, Las
Flores, es una novela diáfana y sugerente. |
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Diario de Centroamérica / Cultura y Farándula. Pág. 13. Guatemala, martes 6 de mayo de 2008. |
Primera novela de Denise Phé-Funchal
“Las Flores”, es la primera novela de la escritora Los libros, nuestros amigos De contraportada Calles y paredes son cómplices del transcurrir pausado de la vida, de los secretos, pecados, deseos y remordimientos de los habitantes de una pequeña ciudad latinoamericana a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Una historia que mezcla religión, frustración y lujuria (¿o son una sola?); en la que las apariencias pesan más que los remordimientos; y las imposiciones sociales convierten a las personas en mundos aislados donde el dolor y la desesperación conducen a lo inesperado.
Biografía
Contenido
Bibliografía |
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Prensa Libre / Revista Amiga. Pág. 69. Guatemala, 07 de mayo de 2008. |
Ubicada a finales del siglo XIX y principios del XX, Denise Phé-Funchal, guatemalteca, narra una historia en la que quedan al descubierto los secretos, pecados, deseos y remordimientos de los habitantes de una pequeña ciudad latinoamericana. Esta es la primera novela de Phé-Funchal en la cual se vislumbra un interés por retratar la psique de sus personajes. (F&G Editores, 2007, 124 págs.). F&G EDITORES |
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Diario La Hora / Cultura Pág. 21. Guatemala, viernes 18 de julio de 2008.
"Las flores" de Denise Phé-Funchal, es la primera publicación de esta autora guatemalteca. |
El cura y el peluquero* Por: Mario Castejón "Las flores" es la primera novela de la escritora guatemalteca Denise Phé-Funchal, la cual fue publicada por F&G Editores a finales del año pasado. Básicamente, la novela se trata sobre los preparativos de una boda, a finales del siglo XIX o principios del XX, según la solapa del libro, aunque por los indicios temporales que se leen entre líneas se puede referir que fue en las décadas de los veinte o treinta de la centuria pasada, aproximadamente. Sin embargo, referir el párrafo anterior como el argumento, sería una injusticia para la autora, ya que ella se preocupó por cuidar infinitos detalles, algunos tal vez inadvertibles en una lectura rápida. Según sé de fuentes de la autora, "Las flores" empezó siendo, más bien, un cuento; su "tutor literario", Rafael Menjívar Ochoa, le aconsejó que lo extendiera para poder convertirlo en novela; y así lo hizo. La estructura narrativa debió de conservarse, y la estrategia de la autora ha de haber sido profundizar en los detalles descriptivos, los cuales se prestan para una novela de una boda criolla tradicional de principios de siglo. En un primer momento, al lector podrá parecerle que la novela va muy lenta, ya que todos estos detalles de los preparativos de la boda detienen el hilo de la acción. El llamado tempo lento es un recurso que beneficia la reflexión, aunque perjudica la acción. Sin embargo, si usted lee la novela, debería evitar ese probable primer impulso de dejarla, ya que en los detalles de las descripciones está la verdadera calidad de "Las flores". Phé-Funchal es socióloga de profesión, lo que le permite tener la disciplina de investigar ciertos detalles; precisamente, eso fue lo que hizo la autora, y se nadó a profundidad en los detalles de cómo se realizaba una boda antigua y, en fin, cómo era la vida en la Nueva Guatemala de la Asunción a principios de siglo. Las calles, los negocios, la vista, las costumbres, etc., están referidos en el libro con una asombrosa capacidad para describirlos. La autora también es muy audaz para describir las sensaciones: olores, colores, sonidos, sabores... El libro se llama "Las flores", según sé también por la autora, con un nombre que incluso podría ser arbitrario; la razón que da Phé-Funchal es que durante todo el libro las flores están permanentemente unidas al ambiente: las flores de la boda, las flores que adornan las casas, la Iglesia, el agua de lilas para perfumarse o para curarse. Es, pues, un primer acierto la capacidad de detalles que tiene la autora para describirlos y utilizarlos para crear el ambiente de la novela. Como mencioné, es probable que un lector poco acostumbrado se aburra con ello, pero la invitación es para leer con cuidado todos estos deliciosos detalles. Pero, también, el lector debe ser precavido en no perderse en estas descripciones, porque en sí el hilo del argumento es muy bueno. Se trata, al principio, de un evento "vergonzoso" el cual es presenciado por un desagradable testigo, quien se aprovecha de ello para extorsionar a los protagonistas. Sin embargo, aunque alguien tiene "el sartén por el mango", todos buscan acomodarse para tomar ventaja de los hechos. Es por ello que las falsas apariencias, la doble moral y la lujuria, son las principales protagonistas de la novela. Eso llevado a un plano latinoamericano, a principios del siglo XX, se convierte en una dura crítica a nuestra moralidad infructuosa. El final es inesperado. Después de 18 capítulos de cuidados detalles, la novela desemboca en dos capítulos rotundos, que cambian todo y le ofrecen una sorpresa al lector. *Don Quijote de la Mancha, primera parte, capítulo 6 FICHA TÉCNICA Phé-Funchal, Denise. "Las flores". Guatemala: F&G Editores, 2007. 124 páginas. ISBN: 978-99922-61-70-5. |
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