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Prensa Libre / Cultura. Pág. 85. Guatemala, lunes 5 de junio de 2006 |
Adentro desde la cueva
Nos encontramos ante un poemario en el que la libertad es absoluta. Las palabras y su orden adquieren su propio significado, no el social, ni el lógico, sino el de la voz interior. Este es el primero de los grandes méritos de Adentro desde la cueva, poemario de Tania Palencia Prado, quien supo escuchar su voz interna... y transcribirla. Tarea difícil es transcribir la Verdad interior, pues ni siquiera las palabras son capaces de reproducirla. Sin embargo, toda emoción que emerge de la profundidad y que debe nacer, que debe ser parida, sólo encontrará su reflejo en las palabras. Es en estos poemas de Tania Palencia donde encuentro el mejor ejemplo de la diferencia que existe entre montar una fábrica de palabras (lo que hace cualquier poeta) y escribir poesía desde la esencia. Ciertos sonidos existen dentro del Ser. Y tales pueden salir solamente cuando se tiene conciencia de ellos y se les permite salir sin ataduras preceptivas, sin miedo, sin pánico, sin cobardía, con huevos. Así se explica que sus poemas tengan un ritmo impresionante, porque son auténticos y proceden de su maremoto interno. "Del circo" es mi favorito, es uno de los más hermosos poemas que haya yo leído en toda mi vida. A Tania Palencia Prado no le urge urdir "un gran remate", tampoco darse a entender, pues ella ha de saberlo que el agua es más agua cuando cae directamente de la lluvia hacia la trompa, y no cuando bebemos agua pura Salvavidas. Creo que la poeta ha encontrado su noria, el fondo de su pozo y ha llenado bien el cántaro. No le interesa invertir en recipientes decorativos, sino extraer los sonidos que moran adentro de su cueva. Paradójicamente, es un libro que no gustará a quienes gustan de leer poesía bonita, sino sólo a quienes la aman y no la entienden, pues los mejores alimentos de la vida no se comprenden, sólo se sienten. Lo diré de otra manera, acaso cursi, pero qué me importa: Este es uno de esos libros de poesía que deben ser leídos con el corazón. Cada sintaxis alterada de su poemario tiene un sentido único, tiene la coherencia del espíritu, que es absurdo, porque el espíritu es absurdo al igual que la poesía, es contraria a su creador, que es el ser humano lógico. Después de leer este libro me siento agradecido. Creo en la palabra y en la emoción que expresa. Ha sido arrancado, verdaderamente, desde adentro de una cueva. |
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Prensa Libre / Cultura. Pág. 85. Guatemala, lunes 5 de junio de 2006 |
Sus estudios sobre literatura han aparecido en diversos diarios y revistas literarias, entre ellas, La Ermita y Magna Terra. Durante varios años ha sido columnista de opinión en medios de comunicación. Es autora de una serie de ensayos, aún no publicados, sobre narrativa de la lucha armada. Su poesía ha sido publicada en antologías y revistas. Adentro desde la cueva es su primer libro de poesía, el cual tiene una presentación de Lucrecia Méndez de Penedo. Publicado por F&G Editores, 84 páginas. Ya está a la venta en dicha casa editora: 31 avenida "C" 5-54, zona 7, Colonia Centro América; o bien por los teléfonos: (502) 2433-2361 y (502) 5406-0909. La editorial aún prepara una presentación pública. |
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Prensa Libre / Revelaciones. Pág. 49. Guatemala, viernes 7 de julio de 2006 |
Tania Palencia y otros poetas
Un caso especial es el de la periodista y ensayista Tania Palencia Prado, quien, a través de la prestigiosa casa editora F&G, acaba de sacar su primer poemario: “Adentro, desde la cueva”. La conocida crítica literaria Lucrecia Méndez de Penedo dictamina: “Poemas-pulsaciones. Escritura intencionalmente incoherente, como en estado de gestación. Fracturada en su sintaxis, sin puntuación, ausente de conexiones, con juegos casi onomatopéyicos. Voz que emerge desde la ‘dulce cueva’, fermentada e hirviente. La lectura se impone a golpe de sensaciones. Mujer ancestral y mujer de hoy: ‘Soy un pez fosforescente híbrido’. Una voz dolida por ella y por los otros. Tan devastadora como galáctica. La utopía, a pesar de todo, como telón de fondo. Implacablemente rebelde y vulnerable, sobreviviente a pesar de ‘enterrada sin sol y sola sin mí sin funeral ni canto’. Tania Palencia llega a la exacerbación en su forcejeo por marcar -y marcarnos- con su palabra”. Deletreando su intimidad, la poesía de Tania parece seguir los dictados de André Breton, quien proclamara la escritura automática, ésa que sale del alma más allá de la razón: “yo estuve entre las venas del grito/ acurrucada como volviendo a nacer. Señores/ desde las grietas las voces echaron raíces/ y nunca más de los nunca en el eco del alma/ la vida será la vida en el mercado de la muerte”. Tania juega, además, con los espacios del papel para resaltar aún más el verso, la palabra. Otra voz de mujer que se inclina por la poesía y que, a través de ella, logra estética y catarsis. Poesía que alega una metafísica femenina, si es que la metafísica tiene género. Pero ahí están las frases que revelan talento y sensibilidad. En el tercer recital de poesía “Poetizando”, dedicado a mi persona y que se realizó el 24 de junio en el Museo Miraflores, tres jóvenes varones que se inclinan por la poesía, me regalaron sus libros: dos de ellos, publicados por la editorial Letra Negra. “Primer recordatorio” de Víctor Hugo Majus, quien ya ha ganado premios literarios y se inspira en Bécquer, Neruda y Benedetti. De él dice Armado Rivera: “...más allá de su grito por la esperanza de los seres clonados de la capital, el poeta recupera el amor y la devoción por la vida en la mirada de la amada...” También amparado por la misma editorial, Oscar Majus, primo de Víctor Hugo, escribe “Azahares de insomnio”, de quien Mauro Osorio observa “Su poesía es un ceceo permanente para apropiarse las utopías de la soledad”. Nacido en California, ha obtenido importantes premios en los EE.UU. y en los Juegos Florales de Jutiapa y Jalapa. La lectura de poemas de los primos Majus emocionó al público asistente. Otro joven, Elmer Monzón, se acercó a mí en dicho recital para obsequiarme su poemario “Sentimientos”. Es tanto su amor por la poesía que para la publicación de su libro, en la Tipografía Nacional, asumió todos los gastos. Un hecho heroico, sin duda. En la contraportada alguien escribe: “un viaje espectante y pacífico por las líneas de la poesía sincera y espontánea, que surge de un corazón sensible y sencillo...significancia de experiencias y vida a través del abrazo etéreo del verso”. |
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Revista este país / Literatura. Pág. 67. Guatemala, julio de 2006. |
Adentro de la cueva
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*. elPeriódico / Opinión. Pág. 16. Guatemala, 14 de agosto de 2006. |
Adentro desde la cueva
La primera vez que leí el libro La realidad y la palabra de Mario Benedetti, fue en el Distrito Federal, en una habitación del hotel Ritz, mientras esperaba la llamada del contacto que me llevaría hacia Rodrigo Asturias, quien era mi objetivo entrevistar. Contrario a otras esperas, deseaba sumar tiempo para nutrirme de las reflexiones que ese libro me dejaba página, tras página.. Su argumentación de que la literatura no debía ser un escape, sino una autorreflexión; más que ser espacio de autocompasión la producción creativa debería ser un canal para que los escritores se miraran sin complacencias y se conectaran con la realidad socioeconómica, fueron para mí cuestionamientos, que contrastaban con el medio en donde me formaba, en el que se apelaba a crear un arte distante de las desigualdades que habían provocado una guerra que no concluía. Recuerdo a poetas, cuentistas, músicos y pintores que se adulaban entre sí y maldecían la guerra porque ésta impedía que ellos y sus producciones trascendieran lo nacional. Me fui separando lentamente de esas posturas y aunque no me alejé del campo de la creación, me acerqué en silencio a aquella que renuncia a los premios, reconocimientos, falsos halagos y a los viajes a cambio de no romper el cordón umbilical con la base que los ha nutrido y les permite emerger. Poca literatura reciente, generada en el país me ha marcado. Quizás porque mucha se construye en el vacío, pero reconozco que la que me ha tocado ha sido porque descifrarla es buscar los hilos de la creación que se conectan con la complejidad histórica y cotidiana. Hace un par de semanas llegó a mis manos una de esas producciones que deleitan y hacen reflexionar. Y que fue trabajada por una mujer con un tremendo compromiso con esta tierra. Se trata del poemario de Tania Palencia Prado, cuyo trabajo Adentro desde La Cueva me recuerda que la realidad personal pasa a ser colectiva cuando esta se desnuda con poesía que lleva sentimiento explosivo, pero también historias no contadas. Bienvenida sea esta producción poética, compromiso de su autora que contagia a los que nos acercamos a su palabra. Al terminar con la Danza de adiós... recordé el mensaje de enedetti, quien en 1999 dijo, en España, que parte de la actual poesía latinoamericana “asume, sin aspavientos y con sencillez, su responsabilidad esclarecedora y comunicante”. |
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Prensa Libre / Revista Amiga. Pág. 31. Guatemala, 11-24 de octubre de 2006. |
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Hélas aquí, las
palabras al servicio del Ser. La escritora ha sido
poseída por ella misma, por Ella.
Tania Palencia Prado (Guatemala, 1956) ha destacado como ensayista.
A pesar de
que las casas editoras rechazan publicar libros de poesía, éstos siguen
saliendo a luz, aunque, muchas veces, financiados por los propios
autores.
Tania Palencia tiene
años de bregar en la literatura. Claro, su primera afición es la lectura y luego, con los años, se ha acercado al oficio de mirar, porque la poesía es eso: mirar de otro modo la realidad. Verla desde el sesgo, desde la esquina oscura del desasosiego, desde esa manía de dolerse por los demás, por lo que está sucediendo e imponerse a la adversidad por medio de la palabra. Así, pues, en
Adentro de la cueva, su primer libro de poemas, Palencia intuye un mundo ajeno y lo devuelve con versos personalísimos, llenos de claves y nos va diciendo «Cuasimoda me voy / sin traje de mona / sin cuerpo de Eva / sin razón del árbol zumbando al sol / que sean mis lluvias y en la hierbecilla / la mejor amiga, la pura madre, la puta vida.»
Me acerqué en
silencio a aquella que renuncia a los premios, reconocimientos, falsos halagos y a los viajes.
La poeta y
ensayista Tania Palencia Prado presenta Adentro desde a cueva, en la
cual incluye poemas que narran hechos relacionados con los
acontecimientos guatemaltecos con una visión poética. (F&G Editores,
2006, 82 págs.) F&G Editores