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Contenido(s) |
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Diario La Hora / Suplemento Cultural. Págs. 1-2. Guatemala, sábado 20 de septiembre de 2008.
Arturo Arias es el nuevo Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2008. |
Arturo Arias, Premio Nacional de Literatura 2008
Por: Mario Cordero
El escritor Arturo Arias ha sido electo para recibir el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias" 2008 máxima distinción que el Ministerio de Cultura y Deportes anualmente concede a través de la Dirección General de las Artes.
Según el criterio del Consejo Asesor para las Letras, "la obra literaria de Arturo Arias nos permite identificar eso que comúnmente llamamos "oficio"; a partir de un estilo único que se expresa en obras como El jaguar en llamas o Sopa de caracol, Arias apunta a la innovación del lenguaje (tanto en los aspectos formales como de contenido) y se sale, muchas veces, de los cánones más transitados y conocidos. En este sentido, quizás uno de los rasgos más característicos de su particular estilo sea el humor.
Seis novelas, una de ellas inédita, varios ensayos de crítica literaria y sociológica sobre la literatura guatemalteca, su incondicional apoyo a escritores y escritoras del país, así como sus múltiples reconocimientos, son motivos suficientes para que Arturo Arias reciba este año el Premio Nacional de Literatura."
La distinción consiste en medalla de oro, diploma, 50 mil quetzales y la publicación de una obra a elección del homenajeado.
Arturo Arias nació en la ciudad de Guatemala en 1950. Doctorado en sociología de la literatura en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, París, Arias ha desarrollado una amplia labor docente en universidades de los Estados Unidos. Obtuvo el premio Casa de las Américas en la rama de ensayo por Ideologías, literatura y sociedad durante la revolución guatemalteca 1944-1954 (1979) y el de novela por Itzam-Na (1981).
Co-guionista de la película El Norte (dirigida por Gregory Nava en 1984), ha publicado seis novelas: Después de las bombas (Editorial Joaquín Mortiz, 1979), Itzam Na (Premio Casa de las Américas, 1981), Jaguar en llamas (Premio Anna Seghers, Alemania, 1990; Editorial Cultura 1989), Los caminos de Paxil (Editorial Cultura, 1990), Cascabel (Artemis & Edinter, 1997, con traducción al inglés en el 2003) y Sopa de Caracol (Alfaguara, 2002).
Como crítico literario ha publicado: Ideologías, literatura y sociedad durante la revolución guatemalteca 1944-1954 (Premio Casa de las Américas, 1979), La identidad de la palabra: narrativa guatemalteca a la luz del nuevo siglo (Artemis & Edinter, 1997) y Gestos ceremoniales: narrativa centroamericana 1960-1990 (Artemis & Edinter, 1997).
Coordinador de la edición crítica de Mulata de tal de Miguel Angel Asturias (Edición del Centenario, Colección Archivos 48, España 2001), y The Rigoberta Menchú Controversy (Minnesota Press, 2000) acerca de la polémica generada por David Stoll. Profesor en varias universidades estadounidenses, entre ellas la Universidad de Austin en Texas, San Francisco State University, y University of Redlands, en California.
Es especialista en asuntos étnicos e identidad subalterna, sujeto central tanto en su obra de ficción como en su trabajo académico. Fue Presidente de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) para el período 2001-2003.
El acto tendrá lugar en el Salón de Recepciones del Palacio Nacional de la Cultura, en fecha que oportunamente se dará a conocer.
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Diario La Hora / Suplemento Cultural. Págs. 6-7. Guatemala, sábado 27 de noviembre de 2010. |
Arias de don Giovanni de Arturo Arias
Por: Arturo Arias
En los meses anteriores he venido publicando en La Hora fragmentos de mi novela Arias de don Giovanni. Problemas de producción retrasaron su salida de un par de meses. Sin embargo, será lanzada el lunes 29 de noviembre a las 5 de la tarde en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, en el Salón Alfredo R. Placencia, planta alta, de la Expo Guadalajara.
La novela será presentada por la escritora guatemalteca Carol Zardetto. En Guatemala la novela circulará en dosis homeopática en los días anteriores a la Navidad, pero se hará un lanzamiento público el viernes 28 de enero de 2011 a las 18:30 hrs en el Centro Cultural de España-Guatemala. Participarán Carol Zardetto y Carolina Escobar Sarti. Posteriormente habrá una presentación en Costa Rica a mediados de marzo.
Arias de Don Giovanni podría resumirse a la historia de un transexual que se enamora de una lesbiana, hasta el punto de ofrecer operarse por ella. Sobra decir que el libro es mucho más que la anécdota, desde luego. Es otra manera, por la vía indirecta y por medio del trasfondo erótico, de confrontar las consecuencias de las derrotas políticas de las izquierdas centroamericanas fines de los ochentas y de la naturaleza de la diáspora centroamericana que, yéndose principalmente a los Estados Unidos pero también a Europa, comienza a mutar afuera del istmo conforme se enfrenta con estilos de vida alternativos y con situaciones de vida muy diferentes a los de la nación de origen. Estas experiencias sueltan sus demonios internos y transforman su comportamiento social de manera radical. La novela traza una genealogía de los experimentos radicales de los 1970s a las guerras civiles de los 1980s, al exilio de los 1990s y el abandono de toda esperanza de volver a vivir en una idealizada comunidad centroamericana. La desesperación resultante conlleva una pérdida de perspectiva con consecuencias catastróficas para los personajes principales. La novela ejerce una complicidad lúdica con el/la lector/a y es un ejercicio voyeurista que aspira a ser transgresivo del actual estado de cosas. Quiere problematizar no sólo la posguerra centroamericana sino también las condiciones sociales tan reaccionarias y provincianas que se encontraban en el trasfondo de las concluidas guerras civiles. Es también una manera de volver a problematizar el pasado reciente por otros medios. Como muchos sabemos, el lado afectivo es el lado más reaccionario de los seres humanos. En sociedades provincianas y conservadoras, podemos decir sin que sea un epíteto que es el lado más fascista. De los espacios afectivos y libidinales emergen las masculinidades energumenizadas capaces de destruir todo a su paso. Las masculinidades que no parpadean en matar, en la guerra o en la paz, con o sin razón, generalmente por el gusto de hacerlo, porque es el único poder del cual muchos sujetos disponen, por la incapacidad de la mayoría por construirse vidas llevaderas dentro de lo que podríamos llamar los parámetros aceptables de la sociedad civil.
Anexo en seguida un fragmento del texto. Será el último a publicarse antes de la presentación del libro. Es una nota exclusiva de La Hora.
Cuando mi madre me preguntó cómo me fue, le dije sentirme urgida de un trago de whisky. Entendiendo al revés lo recién acontecido se sonrió y me dijo que nos fuéramos a tomar uno al bar del Camino Real.
El chofer reapareció como por arte de magia y nos tardamos casi tres cuartos de hora en llegar al Camino Real, distancia que se cubría en diez minutos en sus buenos días. Lo sentí como el viaje de nunca acabar y se me ocurrieron diez mil explicaciones filosóficas acerca de lo recién vivido. El cielo estaba teñido de violeta a pesar de lo temprano. "Es la polución," dijo mi madre. "Produce colores divinos, ¿no te parece?"
Por fin llegamos. El chofer se detuvo en la entrada principal. Salí del carro aspirando bocanadas inmensas de aire, pensando que si respiraba lo suficiente a lo mejor me moría de todos los tóxicos en el ambiente y podría por fin descansar. Entramos juntas, directo al bar. El único cliente era un caballero bastante guapo de bigotes recortados y pelo negro. Me miró con cierta desfachatez al entrar antes de hundirse en un silencio pensativo. Apenas nos sentamos se acercó el mesero y le pedimos dos Glenlivet en las rocas. Me hizo gracia encontrar este scotch en el país pero ese era el milagro de la globalización. Ya trago en mano y con el calorcito relajante bajando por el esófago nos fue más fácil proseguir nuestra conversación. Los ánimos volvieron a subir.
El hombre me seguía mirando con insistencia. Era moreno, de pelo renegrido. Apuesto, con aire serio, reservado, y unos bailarines ojotes burlones apenas encontrando eco en la comisura de la boca. Me hizo gracia pensar que se había fijado en mí. Con mi madre, mientras tanto, seguimos hablando de cualquier cosa, haciendo reminiscencias de cuando era niña, es decir, niño, de mis primas, de como todo era más fácil antes, de los achaques de la vejez. Después de terminarnos el trago pedimos otro. Más dicharacheras nos bajamos el segundo enseguida. Concluido el rito ya no hablé mucho más. Ella siguió porque era su naturaleza, pero estábamos más bien contemplándonos la una a la otra como si fuéramos dos ciegas tratando de reconocerse haciendo memoria de los palpados rasgos de la cara. Yo me sumergí en un silencio entumecido y mi madre prosiguió con las interminables anécdotas familiares impregnadas de dulce nostalgia como el relleno de las empanadas, empalagosas como los buñuelos de navidad.
-¿En qué pensás?
-En nada. En una amiga chapina, Juana, a quien quise mucho y después desapareció.
-¿Juana? ¿La caulera esa? ¿No es la que se escapó con la famosa "duquesa" a la India?
-No creo- dije sorprendidísima. -Si eran enemigas. ¿De dónde me sale con eso?
-Si salió en el periódico, en la Prensa Libre, hará cosa de meses. Hasta pensé en contártelo pero como ahora ya se me olvida todo, se me pasó. Salieron fotografiadas las dos en el aeropuerto de San Salvador abrazándose como peperechas y decía el pie de la foto que la tal Isabela no se qué, a quien le decían "la duquesa" y estaba perseguida por la justicia, fue vista con su amante camino de la India. Allí ponían el nombre de la tal Juana. Como la trajiste una vez a almorzar a la casa hace ya muchos años la reconocí y pensé, ve pues, la amiga de mi hij...a, escapándose con otra. Después lo comentaron en Telemundo. No te podés imaginar la sorpresa que me llevé. Ya no lo soltaron, ya sabés que agarran esas cosas como chuchos desvalidos con hueso roído. Un reportero hasta llegó a decir que logró hablar con la tal "duquesa" y dijo que le agradecía a tu amiga haber salido de su horrible padre porque él era el verdadero criminal, mientras que ella era inocente. Yo ni sabía de lo que estaban hablando, pero como ya te imaginás cómo son, hicieron mil conjeturas y armaron un relajo de esos que se acostumbran ahora, todo por televisión, chula. No lo soltaron durante días. Cómo han cambiado los tiempos, palabra. En mi época eso no pasaba ni de chiste. Encima dos mujeres, a dónde hemos llegado. El mundo se va a acabar ya mero sin duda.
No encuentro palabras para explicarle mis emociones de ese momento. Era como si estuviera desnuda, en tierra desconocida o bien tuviera la piel como lija. De lo mucho que pensé descubrir en este viaje eso era lo mero ultimito que se me hubiera ocurrido. Pero le admito, eso sí. Solté la gran carcajadota antes de sentir la urgencia de orinar y de lavarme las manos y la cara con agua súper caliente aunque se me corriera el maquillaje. La Juana estaba vivita y coleando pero encima de eso seguía jodiéndonos a todas. Pensé en llamar a la Paula lo más pronto posible, a lo mejor irme hasta Madrid para visitarla, comentarlo con la Luisa y sus damas de compañía, brindar a su salud. Aunque también me quedó la duda de si estar con "la duquesa" luego de la dulzura de Paula era estar viva. Podía ser también una especie de suicidio, una renuncia al amor, una entrega final al sexo como evidencia de su muerte, de una cierta falta de emociones en la idéntica repetición de los mismos gestos, dispersión, perpetua indagación de sus carencias.
Instantes después de que mi madre pidió la cuenta el guapete se paró. Me lanzó una fugaz e insolente mirada de matar y llamó al mesero con insistencia. Señalándome con el dedo le entregó dinero y algo más antes de marcharse. Mi madre estaba tan entretenida contándome los últimos chismes de la familia que ni se enteró.
Cuando nos levantamos el mesero, al tomar la tarjeta de crédito de mi madre, me entregó con discreción una servilleta mientras la distraía a ella. Tenía anotado el número de una habitación del hotel y la sugerencia de subir a la misma a la media noche. Casi irrumpo en más carcajadas pero hice esfuerzos descomunales por contenerme. Cuando le devolvieron la tarjeta a mi madre nos paramos de inmediato. Al salir le di una propina extra al mesero, quien me guiñó el ojo y me susurró al oído "la pasará muy bien, guapa."
Me sentí lo más halagada que se puede imaginar. Sonreí como si hubiera perdido el control de mi quijada. En mi país de origen, ironía de ironías, desde los guapos hasta los meseros se iban con la finta de mi nueva identidad. Yo era legítima mujer. Me hinché de orgullo y se me vinieron las lágrimas a los ojos.
Antes de dirigirnos al carro tiré la servilleta en el basurero de la entrada no sin antes fantasear que llegaba esa noche al hotel, subía hasta su dormitorio y lograba confundirlo con mi nuevo cuerpo, dándole placer inconmensurable durante el resto de la noche. Al amanecer, el sol se colaba tibio por las persianas de la habitación. El guapetón, de puro agradecimiento, me cantaba "Dalla sua pace."
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Siglo 21 / Magacín. Págs. 1, 6-8. Guatemala, domingo 28 de noviembre de 2010.
"Cuando llego a La Habana, los jóvenes escritores corren a buscarme, a querer salir, conversar... En Guate, ¿cuándo?" |
Ahora y en la hora de Arturo Arias
Por: Siglo21
El escritor más cubano y brasileño de todos los guatemaltecos es sin duda, como lo dice José Luis Perdomo Orellana, uno de nuestros mayores referentes literarios a nivel internacional.
A la pacatez nacional y a su hermanastra la hipocresía acaba de caerles el cielo encima, aunque jurarían que fue el infierno.
Ambas frígidas y nagüilonas profesionales están en ascuas y más que perturbadas porque enfrente tienen el espejo de Arias de don Giovanni, las 367 páginas que F&G editores ha publicado en su
colección Premio Nacional de Literatura y que, para colmo, antes de ser conocidas en Guatemala, serán presentadas mañana 29 de noviembre a las cinco de la tarde en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, una de las ferias más importantes del planeta Tierra en idioma español y en otros idiomas.
Los motivos del editor
Raúl Figueroa Sarti, fundador de F&G editores, se arriesgó a incluir en su catálogo esta obra en –la que saltan como salmones o como escualos párrafos que otras editoriales de aquí y de allá tomarían como el pretexto perfecto para no imprimir ni el nombre del autor– porque en Arias de don Giovanni encontró “una novela rica, sabrosa, sensual, una novela política, provocadora, atrevida… la primera en abordar en Guatemala las relaciones homosexuales sin tapujos, pero delicadamente. Nos hace falta literatura como Arias de don Giovanni, que contribuya a que nos enfrentemos con nuestra sexualidad abiertamente, no como algo ‘natural’ sino como algo placentero, que sin sonrojarnos, o a escondidas, digamos ‘qué rico es’”.
Los motivos del autor
Para respirar y escribir una novela como Arias de don Giovanni, Arturo Arias tuvo que vivir cinco décadas carnavaleadas en el siglo XX y una en el XXI, una bitácora de vuelo que se dice rápido, pero que dicho con más cadencia incluye marcas que un país salvaje como Guatemala le endosó: inventarios como latigazos que lo orillaron a irse de aquí lo más pronto que pudo para estudiar sin asfixias de por medio. Participar en manifestaciones contra la guerra de Vietnam en el mero vientre de la bestia. En Boston, correr en sentido contrario a la mirada criminal de la Policía y el estallido de los gases lacrimógenos. Llegar de madrugada a lo más alto del Kilimanjaro. Hablar en otros idiomas con las pirámides de Egipto. Encontrarse en los pasos perdidos de un París mucho menos tedioso que el París de hoy. Militar en un comité que de veras se preocupaba por la impeorable suerte de los países centroamericanos. Conocer a Cortázar. Acompañar a Sartre y a Simone de Beauvoir en otra protesta. Aceptar dos veces el premio Casa de las Américas. Meterse en camisa de once mil varas y aterrizar agüevo en México. Formar parte de las insondables fantasmagorías que conformaban frentes internacionales de lucha por la reivindicación del pueblo guatemalteco, sin volverse otro fantasma.
También ser el interlocutor permanente de Augusto Monterroso y Luis Cardoza y Aragón. Fundar la Asociación de Trabajadores de la Cultura “Alaíde Foppa”. Escribir el guión del alicaído filme El norte (la culpa no es del guionista, ¡registren al director!). Ver que los primeros pasos de su primogénito Imanol se dirigían a los brazos de Rigoberta Menchú. Atestiguar en un mundial de futbol que el taimado de Maradona metía un gol con la mano y que la pendeja y apendejante prensa deportiva se apresuraba a hablar de la “Mano de Dios”. Ganarse la vida como académico en los saldos humeantes de Estados Unidos. Arribar a Río de Janeiro como profesor invitado. Caminar en el fascinante San Francisco de los años 90. Beberse hasta el fondo 365 memorables días madrileños. Adorar desde el primer segundo a Jill Robins en Oregon, conyugicidarse con ella e irse de luna de miel a las casas de Amos Segala en Roma y en Venecia. Ser bienvenido en Australia y en Nueva Zelanda, “seguir vivo y con algún pequeño grado de éxito, pese a ser chapín”.
Su madre y su tía Elisa merecen un monumento, pues fueron ellas quienes lo llevaron a la lectura y a los “cuenteos” a los 6 años. Por eso, hoy es imaginativo y alegre y demasiado honesto a la hora de nombrar las cosas, “con los pelos de la mula en la mano”. Su ocupación preferida es escribir novelas y su mayor pesar sería que lo vieran como académico y no como novelista. El penúltimo sábado de noviembre le hubiese gustado vivir en Palma de Mallorca. Por supuesto, el color que prefiere es el rojo.
Joyce, Nabokov, Asturias, Calvino “y mil más” están entre sus prosistas preferidos. Jorge Cuesta, Gorostiza, Cernuda, Agustini “y también mil más” están entre sus más amados poetas. Si de compositores se trata, dice Bach/Vivaldi/Telemann/Scarlatti/Avo Part “y otro montón de locos que clavicordearon sabroso”.
Pasando a la pintura, dice surrealistas, abstractos, muralistas mexicas, Luis Díaz, Roberto Cabrera, Isabel Ruiz. Guerrilleras y amantes sin complejos ni vergüenzas son sus heroínas históricas. “Muchas sílabas que se deslizan en la lengua como bolita de miel” conforman los nombres de mujer que prefiere. La falta de inteligencia es lo que más detesta (un motivo adicional para vivir cada día más lejos). El penúltimo viernes de noviembre su lema era “Novela buena o morir”. ¡Ah…! En otra vida, o quizá en esta, le hubiese gustado ser director de cine o meretriz. Es el menos guatemalteco de los escritores guatemaltecos. A la hora de ponerse a escribir, es tan brasileño como el creador Joao Ubaldo Ribeiro y tan cubano como Virgilio Piñera.
Los motivos de la novela
Arias de don Giovanni tampoco está dedicada a nadie porque a Arturo Arias le parece cursi dedicar novelas. Arias es por lo menos dos novelas en una: la que hojearán los literales y la que transpirarán quienes practican permanentemente el consejo Imagine de Lennon: los literales se ofenderán, acepta Arturo, “porque es la naturaleza de serlo. Sólo puede ser literal quien no entiende de matices, y quien no entiende de matices no entiende de la vida. Carecen de metáforas. De tropos. Y la vida sólo es tropos para tropezarnos. Los imaginativos, en cambio, le entrarán pronto al goce, la disfrutarán como locazos sin tener que vivir las experiencias de Juana o de Pacha porque tienen la capacidad de proyectarse en las vidas imaginarias hasta perderse en ellas, aunque a lo mejor se entusiasman lo suficiente como para tirarse al agua y darle una probadita al estilo de vida ese”.
En un “miedo ambiente” como el chapinoide poner en circulación las 367 páginas de Arias al nada insultante precio de Q125 ¿es otra forma de subvertir el (des)orden de tetuntes como el (des)gobierno, la Iglesia, la ominosa Torre de Tribunales e incluso aquel libro titulado Pepe y Polita? Desde las 51 páginas de su currículum abreviado en el Department of Spanish and Portuguese (University of Texas at Austin), Arturo Arias lo tiene más que claro: “Con esa esperanza vivimos. Ya que no pudimos cambiar el país ni a balazos, por lo menos tratar de desmoronarlo desde dentro con armas tan afiladas como la risa y el sexo. No sé si funcione, pero vale la pena intentarlo, y ciertamente estamos mejor armados con ellas que con un AK-47, porque a los narcos que ya controlan el país y la región, a balazos no les puede ni el Ejército mexicano. Pero si los entretenés con la semántica del semen y la sonrisa del esfínter, a lo mejor y se van domesticando su poquitito y se alocan merengueantes”.
Si cada libro trajera la nobleza de traer adjunto su soundtrack, Arias de don Giovanni traería aparejada (no es albur) “una nueva versión de Don Giovanni, desde luego, pero con música rearreglada por un buen Dj que supiera poner de cabeza algunos de los ritmos mozartianos, y agregándole re-arreglos firmados por Phillip Glass y una escenificación de Robert Wilson”.
De acuerdo, pero ¿cuál es esa Semántica del Semen recién citada y cuánto dura la tal Sonrisa del Esfínter? ¿No es como para pensar en bautizar con tal nombre a un grupo de trash metal y en englobar a las sucesivas administraciones gubernamentales chapinoides con y sin uniforme? Arias sigue teniéndolo más que claro (tampoco es albur): “En cuanto a duraciones, uno esperaría que hasta el último segundo de la vida. Incluso, que uno se despidiera del planeta ejerciendo dicha semántica, sonriendo entre puje y puje sudoroso, disfrutando lo único disfrutable que nos ha quedado en este mundo recalentado, ya condenado a deshonrosa muerte por abuso humano… Me encantaría que un grupo de trash metal pasara a llamarse Semántica del Semen. En cuanto a las administraciones gubernamentales, no se merecen la Sonrisa del Esfínter, reservada para quienes bien saben retozar y refocilarse con el cuerpo, sino más bien las excreciones del mismo. Son todos coprolitos ponzoñosos”.
Signifique lo que eso signifique, lo preocupante es que en la capicúa página 222 La Protagonista ofrece esta vista panorámica: “Se mordieron, se lamieron, se ensartaron los dedos por...”. ¿Cree Arturo Arias que un libro con abundancia de líneas como ésas sería digno de ser publicado por la Editorial del Ejército, la Confederación de Megapacas Espirituales o el Ente Nacional de Impulso al Turismo Despistado? La respuesta de Arias es más exacta que un parpadeo: “No, porque estarían tan ocupados metiéndose los dedos entre ellos que ni se les ocurriría publicarlo. Además, son analfabetos, ¿no? Pero, si en efecto se dedicaran a hacerlo, es decir, o bien a meterse los dedos o bien a escribir sobre ello, aun con faltas de ortografía, nuestro país sería muchísimo más feliz. Los sádicos asesinando mujeres inmersos en pesadillas paranoicas disfrutarían en vez de ello una fina cogidita sabrosota que les calmaría el ánimo de andar por allí torturando y sembrando violencias. Guate sería una utopía. A la vez, ya sabemos adónde conducen los sueños utópicos, ¿no? Los tenemos escritos en nuestros cuerpos”.
Los antecedentes literarios de Arias de don Giovanni apuntan sin escalas, según Arias, a “Mulata de tal. Asturias se mandó un tremendo alucín con esa novela. Merece ser releída y estudiada. Empieza lenta. Pero cuando agarra patín… acordate que a la mulata, para ser hombre le sobraba tantito tantote, y para ser mujer le faltaba tantote tantito. Después desaparece en una cueva llena de marihuana. Ni hablar de la segunda parte, donde las partes sexuales se escapan de los cuerpos a los cuales pertenecen, y allí van la mulata y el Celestino Sumí corriendo tras sus partes fugadas por todo el pueblo para volver a ponérselas. Tremenda novela. Cardoza y Aragón tiene partecitas así también en El río, aunque menos (por ejemplo cuando la condesa italiana era su amante), y en Pequeña sinfonía del nuevo mundo. Campanadas tiene también Franz Galich en Managua salsa city y en Y te diré quién eres, pero también solo partes, como si todavía le diera vergüenza. En poesía, Ana María Rodas y Dina Posada. En Centroamérica agregaría a Gioconda Belli, Anacristina Rossi y Ana Istarú. Mujeres todas. Las mujeres escritoras son menos trabadas que los hombres. Por lo demás, hay toda una tradición latinoamericana muy sabrosa pasando por La condesa sangrienta, de Alejandra Pizarnik; Solitario de amor, de Peri Rossi o la obra de Fernando Vallejo, sin olvidarnos de Osvaldo Lamborghini o Néstor Perlongher. Desde luego también está la tradición europea empezando por el Satyricon en la época clásica y por Sade en la moderna. De todos los europeos creo que tanto Lolita como Ada de Nabokov fueron las novelas que más me llegaron”.
Arturo Arias está demasiado ocupado en vadear los laberintos académicos de fin de año como para seguir atendiendo tanta preguntadera. La última y nos desconectamos: si el funcionariato de Casa de las Américas leyera Sopa de caracol y Arias de don Giovanni, ¿no sería como para que le exigieran a Arturo que devolviera los premios de novela y de ensayo que le dieron el siglo pasado? Nada de eso: “La sorpresa es que no. Conocen por lo menos Sopa de caracol. Fue cuando me invitaron como jurado del premio de ensayo y la novela acababa de salir. Me presentaron entonces a un grupo de patojos seguidores de mi obra que se autodenominan El Establo como grupo literario, en homenaje al Establo de amigos de la Gran Puta, en Itzam Na, novela que ganó el premio 81. De hecho creo que los cubanos, e incluyo dentro de estos a los funcionarios de Casa, me han leído con mucha mayor seriedad. Asimismo, he tenido muchos más jóvenes escritores como seguidores de mi obra en Cuba que en Guate. Cuando llego a La Habana, los jóvenes escritores corren a buscarme, a querer salir, conversar, intercambiar, todo el rollo. En Guate, ¿cuándo?”.
Por si lo anterior no fuese suficiente, la memez nacional y su chapinoide hermanastra nagüilona ahora tienen dos motivos más para ponerse trémulas: las reservas probadas de escritura subvertora de Arturo Arias ya concluyeron, Lux Aeterna, y en camino viene El mar de la ilusión, “una exploración de las dinámicas familiares, de las relaciones interétnicas y la violencia no política”, respectivamente. Sobre aviso no hay engaño y a novela publicada, pues de plano que no hubo ni habrá quite... mucho menos si la novela está firmada por el más brasileño y más cubano de los escritores guatemaltecos.
DESCARGUE el PDF con la edición especial de la entrevista realizada por Magacín
EN GUADALAJARA
Guatemala participa en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, considerada una de las más importantes de Latinoamérica. Varias editoriales nacionales participan, reunidas en el stand NN13 de la Gremial de Editores de Editores.
La editorial F&G Editores (stand NN2) por primera vez aporta al programa de la Feria. Las actividades que ha preparado son:
Domingo 28, 5:30 p.m. Presentación de los libros de Beatriz Cortez: Hacia una historia de las literaturas centroamericanas, Estética del cinismo y La pasión y el desencanto en la literatura centroamericana de posguerra.
Lunes 29, 5 p.m. Presentación del libro Arias de Don Giovanni, de Arturo Arias. Participan Carol Zardetto y Arturo Arias.
Martes 30, 7 p.m. Presentación de Poesía Completa, de Marco Antonio Flores. Participan: Beatriz Cortez y Marco Antonio Flores
Miércoles 1 diciembre, 7 p.m. Erotismo, humor y muerte: líneas de fuga en la literatura guatemalteca contemporánea. Mesa de literatura en la que participan Marco Antonio Flores, Arturo Arias y Carol Zardetto.
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Diario de Centro América / La Revista. Pág. 14. Guatemala, viernes 3 de diciembre de 2010.
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Arias de Don Giovanni
Dante Liano, uno de los más respetados académicos, escritores y críticos literarios
de Guatemala, califica esta novela como la más “atrevida” de Arturo
Arias, en donde este se confirma como el narrador guatemalteco
“que maneja con más desenvoltura artística el
tema de lo erótico, sin pudores ni reticencias.
Una mirada certera, que se atreve allí donde
pocos se ponen a prueba: en los meandros más
íntimos de la sexualidad y sus consecuencias
sobre la conducta. Placer y deseo como motores
de la energía humana. Una lectura descaradamente
placentera”.
Arturo Arias es Premio Nacional de Literatura y
ganador en dos ocasiones del Premio Casa de las
Américas de Cuba. En 1978 por el ensayo Literatura,
ideología y sociedad durante la revolución guatemalteca
1944-1954 y en 1981 por la novela Itzam Na.
Ha desarrollado además una amplia labor docente en
universidades de Estados Unidos, en donde actualmente
se desempeña como profesor de literatura latinoamericana
en la Universidad de Texas, Austin. Otras
de sus obras relevantes son Después de las bombas,
Jaguar en llamas y Sopa de caracol. Pertenece a una
generación de escritores nacionales surgidos a mediados
de los años 70 que rompieron con la tradición literaria
guatemalteca por la temática de sus creaciones y por
las experimentaciones en la estructura narrativa y en el
manejo del lenguaje.
Arias de Don Giovanni cuenta la historia de una vida
atravesada por el deseo desde el punto de vista de una
transgénero. Su tono carnavalesco no impide una profunda
y seria reflexión sobre la condición humana y la tiranía de
las convenciones culturales. TO/ | DCA |
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Diario La Hora / Suplemento Cultural. Pág. 8. Guatemala, sábado 22 de enero de 2011. |
Arias de don Giovanni de Arturo Arias
El escritor guatemalteco Arturo Arias que radica en Estados Unidos, visitará Guatemala para presentar su nueva novela "Arias de don Giovanni", publicada por F&G Editores, el próximo viernes 28 de enero de 2011 a las 18:30 horas en el Centro Cultural de España-Guatemala (Vía 5, 1-23 zona 4, Cuatro Grados Norte).
Al autor lo acompañarán las escritoras guatemaltecas Carol Zardetto, ganadora en el 2004 del Premio Centroamericano de Novela "Mario Monteforte Toledo" con el libro "Con pasión absoluta," y Carolina Escobar Sarti poeta, columnista de prensa, quien ha publicado seis libros de poesía, el más reciente "Te devuelvo las llaves".
"Arias de don Giovanni" de Arturo Arias, Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias" de Guatemala, es la historia de una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. La novela se desarrolla en y fuera de Guatemala, país de origen de la protagonista, en la segunda mitad del siglo XX; en un país marcado por la violencia, la hipocresía conservadora en el cual los personajes sucumben o se ven obligados al exilio.
Arturo Arias nació en Guatemala en 1950. Ganó el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias", en 2008. Es doctor en Sociología de la Literatura. Ha desarrollado una amplia labor docente en universidades de Estados Unidos, es profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de Texas, Austin. En dos ocasiones ha ganado el Premio "Casa de las Américas". Entre sus publicaciones se encuentran, novelas: "Arias de don Giovanni" (2010), "Sopa de caracol" (2002), "Cascabel" (1998), "Los caminos de Paxil" (1991), "Jaguar en llamas" (1989), "Itzam Na" (1982), "Después de las bombas" (1979). Ha escrito varios ensayos sobre crítica literaria y sociológica. Parte de su obra ha sido traducida al inglés y portugués.
Arias, Arturo. "Arias de don Giovanni". Guatemala: F&G Editores, 2010. 367 páginas. ISBN: 978-9929-552-07-4. Precios aproximado: Q125.00. Disponible en Librería Sophos y Artemis Edinter.
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Prensa Libre / Cultura. Pág. 44. Guatemala, martes 25 de enero de 2011.
"La novela es ante todo una provocación literaria". Escritor Arturo Arias |
Las Arias de don Giovanni
Por: José Roberto Leonardo
Un escritor sin tapujos, atrevido y que se introduce en los laberintos del deseo y la temática sexual sin reserva alguna; ese es Arturo Arias (Guatemala, 1950).
El viernes 28 el autor presentará su séptima novela, Arias de don Giovanni.
El escritor quien reside en EE. UU., vendrá esta semana al país, y por vía telefónica respondió algunas preguntas.
¿Existe alguna circunstancia o persona que haya despertado su interés por convertirse en escritor?
Nací escritor. Lo hice desde muy niño. Estimularon mi imaginación mi madre y mi tía, quienes desde temprano me facilitaron la lectura y los libros. Pero también me estimularon las empleadas de casa, quienes me contaron historias fabulosas de sus pueblos mientras cocinaban o planchaban.
¿Cree que hubiera escrito la misma obra viviendo en Guatemala?
No. Uno absorbe el ambiente en el cual vive siempre. Las vivencias son diferentes. Fuera del país uno se convierte en ciudadano del mundo. Absorbe lenguas, culturas y literaturas.
¿Por qué Arias de don Giovanni?
Se refiere a las Arias de la ópera de Mozart, Don Giovanni. Y a un juego de palabras con mi apellido.
¿Cómo decide narrar la historia de una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre?
Es, entre otras cosas, un juego metafórico de las contradicciones que existen en el seno de la sociedad guatemalteca, en donde habitan identidades secretas y guardadas por dentro.
El humor es constante en sus novelas. ¿Por qué?
Para mí el humor es la máxima expresión de irreverencia y libertad; algo muy democrático.
¿Dónde y cuándo?
La novela, editada por F&G Editores, se presentará el viernes 28, a las 18.30 horas, en el Centro Cultural de España, en Guatemala.
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Diario de Centro América / Jovenes. Pág. 13. Guatemala, miércoles 26 de enero de 2011.
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ARTURO ARIAS
Su más reciente novela Arias de don Giovanni, el viernes 28 de enero a las 6:30 p.m. en el CCE, Vía 5 1-23 zona 4, Cuatro Grados Norte. Teléfono 2385-9066.
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elPeriódico / Agenda. Pág. 20. Guatemala, jueves 27 de enero de 2011.
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ARIAS
El escritor Arturo Arias, Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias”, presentara su más reciente novela Arias de Don Giovanni. Trata la historia de una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, su vida sexual que se desenvuelve dentro y fuera de su país de origen y su vida familiar en la segunda parte del siglo XX de un país marcado por la violencia y al hipocresía. Con la participación de Carol Zardetto y Carolina Escobar Sarti. Mañana, a las 18:30 horas. En el Centro Cultural de España (vía 5 1-23, zona 4). Entrada libre.
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Prensa Libre / Weekend. Pág. 1. Guatemala, viernes 28 de enero de 2011. |
Presentación
Hoy a las 18:30 horas en el Centro Cultural de España, 4o Norte, Carol Zardetto, Carolina Escobar Sarti y Arturo Arias, autor de la obra, presentan Arias de don Giovanni, descrito como “más que un libro erótico, es un libro erógeno” (Carol Zardetto); “carne y carnaval es lo que nos ofrece esta obra, para nada ortodoxa” (Carolina Escobar Sarti) o “placer y deseo como motores de la energía humana. Una lectura descaradamente placentera”, según Dante Liano. La obra fue publicada por F&G Editores.
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elPeriódico / Cultura. Pág. 21. Guatemala, viernes 28 de enero de 2011. |
Arias de don Giovanni
Por: Redaccción
El escritor Arturo Arias presenta su más reciente novela en el Centro Cultural de España.
Radicado en Estados Unidos, el escritor Arturo Arias visita Guatemala para la presentación de su más reciente novela Arias de don Giovanni, publicada por el sello F&G Editores. Hoy, a partir de las 18:30 horas. En el Centro Cultural de España (vía 5 1-23, zona 4, Cuatro Grados Norte). Junto al autor, se encargarán de los comentarios las escritoras guatemaltecas Carol Zardetto y Carolina Escobar Sarti, quienes reseñaron la novela
Arias de don Giovanni –de la colección Premio Nacional de Literatura de la editorial– es la historia de una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. La novela se desarrolla fuera de Guatemala, país de origen de la protagonista, en la segunda mitad del siglo XX; en un lugar marcado por la violencia y la hipocresía conservadora en donde los personajes sucumben o se ven obligados al exilio.
“Más que un libro erótico, Arias de don Giovanni es un libro erógeno: su geografía es la del cuerpo y su voz es la del omnipresente deseo de un placer sexual, desnudo, en huesos, casi desprovisto de la atadura de las relaciones, las emociones o cualquier otra complicación que no sea la del encuentro con el gemido orgásmico”, comenta Zardetto.
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Revista D / Prensa Libre. Pag. D-6. Guatemala, domingo 30 de enero de 2011. |
ESTÁ ESCRITO...
“Dicen que -arias- quiere decir -iluminado- en el conocimiento budista, pero qué tan iluminado sería este famoso inocente sin elogio aún está por verse. Eulogio Arias era opaco. Era foco de escasas bujías”. Arturo Arias en Arias de don Giovanni
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Diario La Hora / Suplemento Cultural: Tema central. Págs. 5-6. Guatemala, sábado 05 de febrero de 2011.
"Una mirada certera, que se atreve allí donde pocos se ponen a la prueba: en los meandros más íntimos de la sexualidad y sus consecuencias sobre la conducta. Placer y deseo como motores de la energía humana. Una lectura descaradamente placentera." Dante Liano |
Sexualidad y Guerra Interna: dos conflictos pendientes por resolverse en el país
Por: Mario Cordero Avila
La nueva propuesta del escritor Arturo Arias ofrece una revisión de los conflictos pendientes por resolver en Guatemala, a través de una temática desinhibida, erótica y atrevida. Sin embargo, el trasfondo es eminentemente político, sin llegar a ser un panfleto.
La semana pasada, Arias hizo un espacio en su apretada agenda como profesor universitario en Estados Unidos, para el lanzamiento de su más reciente novela "Arias de don Giovanni" en Guatemala. Anteriormente, se había dado el lanzamiento mundial en la Feria del Libro de Guadalajara, la segunda más grande del mundo (sólo detrás de la de Francfort, Alemania), y la más grande del habla hispana.
Según comentó el autor, ningún autor guatemalteco había presentado libros anteriormente en la Feria del Libro de Guadalajara, debido a que este espacio es muy cotizado, y hay que competir con Premios Nobel, Premios Cervantes y autores de talla mundial. Pero él, junto a Marco Antonio el Bolo Flores fueron los primeros en hacerlo el año pasado. Asimismo, fueron de los primeros centroamericanos en hacerlo, ya que anteriormente sólo los nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli habían ocupado un espacio central en esta feria.
SEXUALIDAD
Según confesó Arturo Arias en entrevista para Diario La Hora, uno de los objetivos de esta novela fue el de ofrecer un amplio "catálogo" de situaciones sexuales, sin caer en la pornografía, o utilizar un lenguaje soez y escatológico. La intención era, más bien, tratar el tema de la sexualidad, a través de un lenguaje poético, ya que se buscaba romper con este tema que, a pesar de la apertura del siglo XXI, aún es tabú en nuestra sociedad.
Ciertamente, comentaristas de este libro han señalado que el tratamiento de la sexualidad es el aspecto más llamativo de "Arias de don Giovanni". Tal como se señala en la contraportada, según Carol Zardetto (quien comentó el libro en sus dos presentaciones: Guadalajara y Guatemala), "más que un libro erótico, 'Arias de don Giovanni' es un libro erógeno: su geografía es la del cuerpo y su voz es la del omnipresente deseo de un placer sexual, desnudo, en huesos, casi desprovisto de la atadura de las relaciones, las emociones o cualquier otra complicación que no sea la del encuentro con el gemido orgásmico".
Zardetto continúa en su comentario en la contraportada de este libro, que "los ecos nostálgicos del niño que una vez fue la narradora, nos muestran el lugar de la escisión, pero también el hilo del recuerdo. Lanzada desde el travestismo, la protagonista descubre la inmensa gama de placeres que aguardan más allá de la tiranía de los géneros. Así, la narración nos hace experimentar un paraíso (o un infierno) donde no existe vida más allá de la piel".
Por su parte, Carolina Escobar Sarti, que al igual que Zardetto es escritora y quien presentó esta novela en Guatemala, se refiere a la obra como "carne y carnaval y nada ortodoxa".
"En ella, el autor establece una complicidad lúdica con el lector y pide un ejercicio 'vouyerista' con la palabra que se exhibe en total desnudez. En las arias de Arias, el fantasma del famoso libertino Don Juan, tiende su sombra de siglos sobre una Juana no menos famosa ni menos fogosa que se antecesor. En el centro de tanto erotismo desvergonzado, palabras como trasgresión, transferencia y transformación cobran vida y conllevan en esencia el movimiento en esta obra que, indudablemente, sacudirá del letargo a más de uno", culmina su comentario de contraportada Escobar Sarti.
Asimismo, el también escritor y crítico literario guatemalteco, radicado en Italia, Dante Liano, opina que ésta es la "novela más atrevida de Arturo Arias y aquella en donde encuentra una perfección técnica magistral. Con este relato, Arias se confirma como el narrador que maneja con más desenvoltura artística el tema de lo erótico, sin pudores ni reticencias. Una mirada certera, que se atreve allí donde pocos se ponen a prueba: En los meandros más íntimos de la sexualidad y sus consecuencias sobre la conducta. Placer y deseo como motores de la energía humana. Una lectura descaradamente placentera", comenta.
TRASFONDO
Sí, es cierto; el mismo Arias reconoce estos valores dentro de "Arias de don Giovanni". Y al leer la obra se podrá dar cuenta de ello. Sin embargo, la novela no es simplemente un relato atractivo, erótico y lúdico, como se ha comentado. Al igual que la mayor parte de la bibliografía publicada por este autor, el trasfondo ofrece elementos de análisis de la realidad nacional.
Y es que es difícil desvincularse del país, a pesar de que Arturo Arias está radicado en Austin, Texas, en donde labora para la universidad local, impartiendo cátedra y asesorando tesis doctorales.
Al igual que otras novelas, como "Después de las bombas" y "Sopa de caracol", por ejemplo, "Arias de don Giovanni" ofrece simbolismos sobre la realidad; o, más bien, codificar la realidad político-social del país a través de la temática de la sexualidad.
JÓVENES Y LA GUERRA
Para Arias, una de las propuestas de esta novela es llegar a un amplio grupo de lectores. En su labor como crítico literario, ha observado que la sexualidad se aborda con menos inhibiciones hoy día por parte de los escritores de posguerra.
Javier Payeras, Maurice Echeverría y Ronaldo Flores, por ejemplo, son algunos novelistas guatemaltecos que han abordado temas sexuales dentro de sus obras. Arias también recuerda el caso del Mauricio Orellana Suárez, reciente ganador del Premio Centroamericano de Novela Mario Monteforte Toledo, con la obra "Así nacidos", en la que aborda la temática gay-lésbica.
Anteriormente, ha habido ejemplos de obras que abordan la temática sexual; por ejemplo, "Mulata de tal" de Miguel Ángel Asturias, o "El tiempo principia en Xibalbá", de Luis de Lión, así como una amplia gama de poesía escrita por mujeres, iniciando desde Ana María Rodas, Alaíde Foppa, Margarita Carrera y Luz Méndez de la Vega.
Para Arias, este debate es importante, porque en nuestras sociedades guatemalteca y centroamericana hay aún muchos conflictos de orden sexual, debido a la represión, y sólo ahora se puede empezar a tratar el tema sin inhibiciones.
Pero, de la misma forma en que se está abordando un tema conflictivo, se está dejando a un lado, sin que se haya resuelto aún, el tema de las guerras internas centroamericanas.
De acuerdo con el entrevistado, la literatura actual evade el tema de la guerra interna, quizá porque se considera ya un tema gastado o que ya no ofrece interés. Sin embargo, muchas de las problemáticas actuales se explican porque no se ha abordado el tema estructural que llevó a los conflictos armados, sobre todo el de Guatemala, en donde los Acuerdos de Paz -pactados para sanar los problemas- no han sido implementados y están a punto de ser letra muerta.
LENGUAJE
La novela, en ningún momento, intenta ser un panfleto, o una simple metáfora sobre la situación política. Es, sobre todo, una lectura agradable, sorpresiva y amena. Aparte de la temática sexual, que atrae la atención, se puede hacer mención sobre la fluidez del lenguaje.
La narración permite leer a un ritmo vertiginoso. El lenguaje es muy nutrido de eufonía, palabras nuevas y floridas. Pero, pese a la fluidez de las letras de esta novela, Arias reconoce que ofrecer una lectura bastante fácil, es lo más difícil de la narración.
La novela pudiera parecer que se relata como oír hablar con mucha gracia a una persona. Pero esta facilidad del verbo requiere meses de perfeccionamiento, como explica Arias. Pareciera escrita de un solo tirón, pero más bien tuvo decenas de revisiones, reescrituras y revisiones, nuevamente. En ello radica gran parte de lo atractivo de esta novela.
RETORNO
Para la presentación de este libro, Arias debió hacer espacio en su agenda en la Universidad de Austin. El jueves 27 de enero, abordó un avión para poder aterrizar por la noche en la Ciudad de Guatemala. Tras descansar un poco, debió prepararse para la presentación, el viernes por la tarde y noche. El domingo 30 de enero, nuevamente emprendía el vuelo para estar puntualmente el lunes, a primera hora, a continuar con sus atribuciones docentes. ¿Vale la pena todo este esfuerzo para presentar una novela en nuestro país?
"Por supuesto", dijo Arias ante esta pregunta. Y es que, a pesar de que prácticamente ha hecho su vida fuera del país, Guatemala siempre está conectada con el autor. Desde la lejanía, está pendiente de los sucesos, y retornar al país, a encontrarse con los lectores, aunque sea sólo por unas horas, es, quizá, uno de los momentos de mayor satisfacción de Arias como novelista, concluyó el Premio Nacional de Literatura 2008 a esta entrevista.
Arturo Arias: obra y trayectoria
Arturo Arias nació en Guatemala en 1950. Ha merecido el Premio Nacional de Literatura en 2008, así como el Premio Casa de las Américas de La Habana, Cuba.
Como crítico literario, ha publicado "La identidad de la palabra" (1998), sobre literatura guatemalteca del siglo XX, y "Gestos ceremoniales" (1998), sobre literatura centroamericana. Asimismo, coordinó la edición crítica de "Mulata de tal" de Miguel Ángel Asturias, así como participar en otras compilaciones colectivas como crítico.
Es coautor de la película "El Norte" (1984), junto a Gregory Nava. Algunas de sus obras han sido traducidas al inglés y al portugués.
Como novelista ha publicado "Después de las bombas" (1979), con la que se dio a conocer; posteriormente, publicó "Itzam Na" (1982), "Jaguar en llamas" (1989), "Los caminos de Paxil" (1991), "Cascabel" (1998) y "Sopa de Caracol" (2002); con esta última alcanza mayor reconocimiento internacional.
Además, "Arias de don Giovanni" (2010), su más reciente novela, publicada bajo el sello F&G Editores, como parte de la colección dedicada a los autores que han sido reconocidos con el Premio Nacional de Literatura.
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Revista D / Prensa Libre. Pag. D-29. Guatemala, domingo 6 de febrero de 2011. |
Las nuevas arias de Arturo Arias
Sobre el más reciente libro de Arturo Arias dice la escritora Carol Zardetto: “Más que un libro erótico, Arias de don Giovanni es un libro erógeno: su geografía es la del cuerpo y su voz es la del omnipresente deseo de un placer sexual, desnudo, en huesos, casi desprovisto de la atadura de las relaciones, las emociones o cualquier otra complicación que no sea la del encuentro con el gemido orgásmico. Los ecos nostálgicos del niño que una vez fue la narradora, nos muestran el lugar de la escisión, pero también el hilo del recuerdo. Lanzada al travestismo, la protagonista descubre la inmensa gama de placeres que aguardan más allá de la tiranía de los géneros. Así, la narración nos hace experimentar un paraíso (o un infierno) donde no existe vida más allá de la piel”.
Al respecto, Dante Liano escribe: “La novela más atrevida de Arturo Arias y aquella en donde encuentra una perfección técnica magistral. Con este relato, Arias se confirma como el narrador que maneja con más desenvoltura artística el tema de lo erótico, sin pudores ni reticencias. Una mirada certera, que se atreve allí donde pocos se ponen a la prueba: en los meandros más íntimos de la sexualidad y sus consecuencias sobre la conducta. Placer y deseo como motores de la energía humana. Una lectura descaradamente placentera”.
Arias de don Giovanni. Novela.
Arturo Arias. F&G Editores.
Colección Premio Nacional de Literatura.
370 páginas. ISBN: 978-9929-552-07-4.
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Prensa Libre / Sociedad. Pág. 1 y 7. Guatemala, sábado 12 de febrero de 2011. |
Tenor literario
Texto y fotos: Pedro A. Barrera
Carnaval de letras en presentación de libro.
Los asistentes al lanzamiento de la obra Arias de don Giovanni, del escritor Arturo Arias, disfrutaron de interesantes críticas y la lectura de un fragmento dictado por su propio autor durante la actividad efectuada en el Centro Cultural de España.
Carol Zardetto y Carolina Escobar Sarti expusieron sus comentarios acerca del trabajo novelístico de Arias. Una novela donde el autor establece una complicidad lúdica con el lector y pide un ejercicio voyeurista con la palabra que se exhibe en total desnudez, según expresó Carolina Escobar Sarti en su intervención.
Carol Zardetto, Raúl Figueroa Sarti, Arturo Arias y Carolina Escobar Sarti.
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Siglo 21 / Magacín. Pág. 4. Guatemala, domingo 27 de febrero de 2011.
Arias de Don Giovanni, Arturo Arias, F&G Editores, 2010, 370 páginas. Visite fygeditores.com |
Ambigüedad y cachondeo
Por: Eddy Roma
Eddy Roma reseña la novela Arias de don Giovanni, en la cual su autor “reafirma el manejo paródico del lenguaje”..
Arias de don Giovanni, séptima novela de Arturo Arias (Guatemala, 1950), reactiva el gusto por el lenguaje como verdadero protagonista de la historia. El relator responde al apodo de Pacha; salió de Guatemala cuando era adolescente y posee una cátedra en una universidad de California. Su historia, la cual relata a través del correo electrónico, resume la única posibilidad que existe para todo compatriota que persiga su libertad en los terrenos artístico, personal o sexual: el alejamiento del país al costo que fuere, sea por algunos años, sea para siempre.
Se puede ser más franco y sincero ante la pantalla de una computadora, o una laptop, que ante una persona dispuesta a escuchar. El correo electrónico tiende un lienzo apropiado para el recorrido a larga distancia, seguro de no tener que confrontar la severidad de una mirada o constatar que el escucha está más atento al partido de futbol que se transmite en la pantalla de plasma instalada en el restaurante que en lugar de escuchar una confesión donde se desnuda toda el alma. “Si me decidí al final a escribirle” le menciona Pacha a Zerlina, psicóloga que lo tuvo en tratamiento, “fue porque todos vivimos dentro de historias palpitantes y las vamos contando y ajustando cuando llegamos a sentir que si no las contamos, se pueden convertir en nuestras cárceles, al fin nacidos en jaula de animales. En la mía hormiguea todo lo viviente, todo se hace cuerpo”.
En un espacio donde puede volcarse a gusto, Pacha cantará sus arias para librarse de esa historia que transcurre entre un vecindario pendiente del qué dirán, vigilante de que el comportamiento de sus habitantes no se salga del corral y donde los matrimonios perduran porque así está escrito, y las ciudades donde puede respirarse al ser en pleno, sin escondites ni disimulos: West Hollywood, Madrid, Río de Janeiro. Los recuerdos de sus aventuras al lado de Juana, espíritu libre y cautivador que conquista a más de una joven, se entrelazarán con los pasajes de la niñez de Pacha en distintas zonas de la capital (una casa, ahora en ruinas, situada en la décima avenida y trece calle esquina de la zona 1, y otra ubicada cerca de los restos del acueducto de la zona 9, con el aeropuerto internacional La Aurora retumbando a sus espaldas), donde poco a poco se sabrá diferente. La técnica, que tanto importó en la época dorada del boom de la narrativa hispanoamericana, se adapta a estos tiempos cibernéticos. Nada de monólogos desordenados, presos del “fluir de conciencia”, donde se divague de un recuerdo a otro, que se interrumpan o dejen inconcluso el relato. Acá todo se ordena y clasifica, dotando la historia con la necesaria dosis de ambigüedad y cabos sueltos que retengan la atención.
“Es divertido pensar que una anécdota vivida en su integridad temporal es luego escrita en fragmentos separados por otras vivencias en espacios alternativos, manteniendo tan solo la ilusión de continuidad a través de lo escrito”, se dice Pacha a punto de finalizar su correspondencia y con ella la novela. La distancia no impedirá que los recuerdos asalten la felicidad consigo mismo, la cual obtiene a través de la aceptación de su identidad sexual y los cambios que implica. La Guatemalosa chiquita sigue ahí, a menos de tres horas de vuelo, presente en el autoritarismo paterno y los disparos que silencian toda posibilidad de discusión. “El deseo de irme del país pasaba a huevo por la situación que éste atravesaba. El terror flotaba en el aire, espeso como el humo de la quema del diablo”, recordará con pleno dominio del habla de su infancia a pesar de los años regidos por el inglés y sus acentos.
Arias de don Giovanni reafirma el manejo paródico del lenguaje, la revisión que las novelas de Arias proponen acerca de distintos episodios de la historia nacional y los guiños para entendidos que reparte entre menciones a películas, nombres de actrices, citas de libros y modismos casi en desuso que demandarán notas a pie de página cuando se compilen y organicen en ediciones críticas.
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